Oh, mi puta alma, me rindo. Tus sucias mentiras… tus puños, no podrán lastimarme nunca más. (Puedes ir borrando esa estúpida sonrisa que te precede). ¿Sabes? Estos sueños –mis sueños- nunca volverán a limpiar tu sucia boca Galería de muerte
Oh, sombra, puedes acercarte, ya no me asustas. Sólo dile que no venga por aquí. Dile a mi dulce desconocida que no venga. Y déjame morir con el recuerdo de lo que pudimos ser. Con el recuerdo de aquel abrazo aun no consumado.